La tercera verdad que te acerca a Dios es que Jesús vino al mundo a morir por nosotros y así pagar por nuestros pecados y reconciliarnos con Dios.

San Juan 3:16 dice «De tal manera amó Dios al mundo que envió a su único Hijo para que todo aquel que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna».

Por nuestros méritos jamás podríamos llegar a alcanzar el perdón de nuestros pecados y mucho menos la salvación. La religión es el intento del hombre de acercarse a Dios por sus propios medios, pero eso es imposible, ya que el perdón y la salvación sólo pueden ser provistos por Dios.

Romanos 5:8 dice «pero Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores».

Jesús se acercó a nosortos, viniendo al mundo para morir en la cruz y así pagar por nuestros pecados; por eso es el único que puede reconciliarte con Dios.

2 Corintios 5:19 dice que «Pues Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo, no tomando más en cuenta el pecado de la gente. Y nos dio a nosotros este maravilloso mensaje de reconciliación».

Hay un dicho popular que dice «todos los caminos conducen a Roma», pero es una bran mentira, no todas las religiones conducen a Dios. Hay cientos de religiones que ofrecen salvación y libertad, pero SÓLO A TRAVÉS DE JESÚS TENEMOS ACCESO A DIOS.

1 Timoteo 2:5 dice «Hay un Dios y un Mediador que puede reconciliar a la humanidad con Dios, y es el hombre Cristo Jesús».

El mismo Jesús dijo en Juan 14:6 «Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí».

Dios conoce que sin él estamos perdidos, por eso ha provisto una vía de salvación para vos y para mí, que es Jesucristo mismo. Hoy tenés la oportunidad de acercarte a Dios. ¡Hoy es tu día de salvación!

Las otras 3 verdades que pueden acercarte a Jesús son:

Jesús se acercó. ¡Acercate vos a él!


HOY PODÉS ACERCARTE A DIOS. Si ese es tu deseo, leé en voz alta la siguiente oración:

Señor Jesús, gracias por amarme tanto. Gracias por tu muerte en la cruz, la cual hoy me da vida. Quiero pedirte perdón por mis faltas. Me arrepiento de cada uno de mis pecados. En este momento Jesús, te acepto como mi único y suficiente Salvador y te reconozco como mi Señor. Ayúdame a vivir una vida que te agrade. Amén»

Si hiciste esta oración, ¡felicidades! Ha sido la mejor decisión de tu vida. ¡Ya sos un hijo de Dios! Escribinos así nos alegramos juntos y con gusto te ayudaremos en esta nueva etapa de tu vida.