Hay un llamado fuerte y permanente de parte de Dios “¡Vengan todos los sedientos a beber, y los que no tienen dinero a comprar y comer gratis!” El Señor sabe bien que necesitamos de él. Él nos creó para que dependamos de él.  Dios es una parte fundamental de nuestra vida.

El problema es que NOSOTROS NO LO SABEMOS, y buscamos saciarnos con otras cosas… Dios ha llamado a al ser humano por siglos y siglos, pero el hombre ha decidido independizarse de Él a través de la religión, el trabajo, la ciencia, la filosofía y el entretenimiento… pero le ha costado mucho…

Isaías 55:1-3 dice «¿Alguien tiene sed? Venga y beba, ¡aunque no tenga dinero! vengan, tomen vino o leche, ¡es todo gratis! ¿Por qué gastar su dinero en alimentos que no les dan fuerza? ¿Por qué pagar por comida que no les hace ningún bien? Escúchenme, y comerán lo que es bueno; disfrutarán de la mejor comida. Vengan a mí con los oídos bien abiertos. Escuchen, y encontrarán vida.»

Por lo general no vamos al dentista hasta que no nos duele la muela, de la misma manera no acudiremos al llamado de Dios a menos que RECONOZCAMOS que estamos SEDIENTOS y NO TENEMOS DINERO, y por lo gral eso ocurre cuando tocamos fondo.

El mayor impedimento para acercarnos a Dios es el ORGULLO. Decimos “todavía puedo”, pero no nos damos cuenta que nos estamos destruyendo por dentro

NO MALGASTES EN AQUELLO QUE NO TE SACIA

Gastamos tiempo, dinero, fuerzas y emociones en cosas que son superficiales y que no son lo que de verdad anhela nuestra alma. ¡Es como comer todos los días pizza, chizitos, helado y caramelos y pretender estar nutridos! Voy a andar bien por un tiempo, pero llegará un punto en que me voy a debilitar y enfermar.

Buscamos satisfacer nuestra necesidad de afecto con sexo, de aceptación con amistades negativas, de experiencia espiritual con parapsicología y ocultismo, de placer con fiestas, sexo, droga y rock’d roll; nos divierten, pero tarde o temprano nos pasan la factura, de significado viviendo para los estudios o el trabajo como si fuera lo más importante de la vida, y descuidamos aquellas cosas o personas que son realmente importantes.

DIOS TE ESTÁ LLAMANDO

“¡Oídme atentamente!” Se oye a Dios llamándonos de todas las maneras posibles: milagros, respuesta a nuestras oraciones, la creación misma. Pero seguimos sin prestarle atención, y obligamos a Dios a tener que llamarnos la atención por las malas… a través del dolor. Alguien dijo “el dolor es el parlante que Dios usa para llamar la atención de un mundo sordo”

Oseas 2:14 dice que Dios a veces tiene que llevarnos al desierto, quitarnos algunas cosas para hablarnos al corazón, para que reaccionemos, para ablandar nuestro corazón. Ese desierto a veces viene en forma de enfermedad, problemas familiares, falta de trabajo… Si hoy la estás pasando mal, si las cosas no resultan, si vas de mal en peor, ATENCIÓN! Dios quiere hablarte y darte lo mejor, quiere saciar su alma.

BUSCÁ A DIOS MIENTRAS TENGAS OPORTUNIDAD

Dios dice en Ezequiel 18:32 dice: “No quiero la muerte del que muere, conviértanse y vivirán.”, y en Amós 5:4 dice: “Pero así dice Jehová a la casa de Israel: Buscadme, y viviréis.”

El clamor de Dios sigue siendo el mismo “BUSCAME A MÍ”. No malgastes los MEJORES AÑOS de tu vida en aquellas cosas que no satisfacen tu alma. No inviertas tus SENTIMIENTOS en personas que sólo te lastimarán. No gastes tu DINERO en comprar cosas que no aportan nada a tu vida. No pongas tu FE en personas o esperanzas que al final te defraudarán. ¡BUSCÁ A DIOS MIENTRAS HAYA TIEMPO!

ANTES que cometas errores que no puedas revertir, antes que no puedas escapar de las drogas, antes que quedes embarazada sin quererlo o embaraces a alguien, antes que caigas preso y debas cumplir tu condena los mejores años de tu vida, antes que la tristeza se convierta en depresión y la depresión te lleve al suicidio.

2 Corintios 6:2 dice “En tiempo aceptable te he oído, Y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.” JESÚS ESTÁ CERCA, tan sólo a una oración de distancia.

VOLVERSE A DIOS REQUIERE UNA DECISIÓN

La CONDICIÓN de Dios es DEJAR EL PECADO. La PROMESA de Dios es PERDONAR EL PECADO Y TENER MISERICORDIA. Será cuando te vuelvas a Dios que podrás disfrutar de su misericordia y perdón, por primera vez en tu vida aquello que consumas de Dios saciará el anhelo de tu alma.

Juan 6:37 dice “al que a mí viene, no le echo fuera”. Este es tu día, este es tu momento para encontrarte con tu Dios, tu creador.

Jesús está cerca. Acercate vos a él!

Billy Saint


HOY PODÉS ACERCARTE A DIOS. Si ese es tu deseo, leé en voz alta la siguiente oración:

Señor Jesús, gracias por amarme tanto. Gracias por tu muerte en la cruz, la cual hoy me da vida. Quiero pedirte perdón por mis faltas. Me arrepiento de cada uno de mis pecados. En este momento Jesús, te acepto como mi único y suficiente Salvador y te reconozco como mi Señor. Ayúdame a vivir una vida que te agrade. Amén»

Si hiciste esta oración, ¡felicidades! Ha sido la mejor decisión de tu vida. ¡Ya sos un hijo de Dios! Escribinos así nos alegramos juntos y con gusto te ayudaremos en esta nueva etapa de tu vida.


¿Necesitás que oremos por vos? Escribinos.

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