
La cuarta verdad que puede acercarte a Dios es que gracias al sacrificio de Jesús en la cruz podemos recibir el perdón de nuestros pecados, a través del arrepentimiento sincero.
1 Juan 1:8-9 dice «Si afirmamos que no tenemos pecado, lo único que hacemos es engañarnos a nosotros mismos y no vivimos en la verdad; pero si confesamos nuestros pecados a Dios, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad».
El arrepentimiento es una tristeza profunda por habernos alejado de Dios o por haberlo ofendido. Esa tristeza es buena, ya que nos lleva a reconciliarnos con Dios. La culpa también es una tristeza profunda, pero en vez de acercarnos a Dios nos lleva a la muerte, a la depresión y hasta al suicidio.
Un ejemplo claro que nos ayuda a diferenciar la culpa del arrepentimiento es cómo reaccionaron Pedro y Judas luego de haber traicionado a Jesús: Judas fue torturado por la culpa y terminó suicidándose, mientras que Pedro eligió el camino del arrepentimiento y recibió el perdón de Dios.
2 Corintios 7:10 dice «La tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de lo cual no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte«.
De la misma manera vos hoy tenés la oportunidad de reconciliarte con Dios a través del arrepentimiento.
Si querés reconciliarte con Dios, leé en voz alta la siguiente oración:
Señor Jesús, gracias por amarme tanto. Gracias por tu muerte en la cruz, la cual hoy me da vida. Quiero pedirte perdón por mis faltas. Me arrepiento de cada uno de mis pecados. En este momento Jesús, te acepto como mi único y suficiente Salvador y te reconozco como mi Señor. Ayúdame a vivir una vida que te agrade. Amén»
Si hiciste esta oración, ¡felicidades! Ha sido la mejor decisión de tu vida. ¡Ya sos un hijo de Dios! Escribinos así nos alegramos juntos y con gusto te ayudaremos en esta nueva etapa de tu vida.
Las otras 3 verdades que pueden acercarte a Jesús son:
- Dios te ama sin condición.
- El pecado nos separa de Dios y nos lleva a la muerte.
- Jesús acercó a vos para reconciliarte con Dios.
Jesús se acercó. ¡Acercate vos a él!